Nuestros viejitos

Lo que eres ahora, es el producto de mi esfuerzo y perseverancia por ti.

Cuando en algún tiempo mientras conversamos y me llegue a olvidar del
tema del que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario, hasta
que yo recuerde; y si no puedo hacerlo no te burles de mí. Tal vez no era
importante lo que hablaba pero a mí me bastaba con que solo me escucharas
ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sé cuánto puedo hacer y
cuanto no debo hacer. También comprende que con el tiempo ya no tengo
dientes para morder ni gusto para sentir.

Cuando me fallen mis piernas por estar cansadas para andar, dame una mano
tierna para apoyarme, como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus
débiles piernitas.

Por último, cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y solo
desearía morir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene nada
que ver con tu cariño ni con cuánto TE AMO. Quizá si me expresaras que todavía te soy útil cambiaría de opinión.

Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido
recorrer.

Piensa entonces, que con el paso que me adelanto a dar, estaré construyendo
para ti otra ruta en otro tiempo, ¡PERO SIEMPRE CONTIGO!

No te sientas triste o impotente por verme como me ves. Dame tu corazón,
compréndeme y apóyame como yo lo hice cuando empezaste a vivir.

De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, te ruego me
acompañes a terminar el mío. Dame amor y paciencia que yo te devolveré
gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.

**********************************************************************************************************
NO DEBEMOS OLVIDAR A NUESTROS VIEJITOS (Abuelitos, Padres, Tíos, o
simplemente amigos y conocidos de la tercera edad)
QUE NOS HAN FORTALECIDO EL
DÉBIL CAMINO DE LA VIDA. AHORA, ES TIEMPO DE GRATITUD, DÁNDOLES LO MEJOR DE
NOSOTROS, SONRISAS, ABRAZOS, APOYO Y SOBRE TODO DE ALGUNA MANERA
CORRESPONDER A ESE AMOR QUE HA HECHO DE NOSOTROS LO QUE HOY SOMOS...