Los tres cachorros

Un campesino ganó tres cachorros, cuenta Marizete Lourenço. Contento, los amarró detrás de su carro de bueyes y decidió llevarlos a la hacienda donde vivía.

El primer can era empujado a la fuerza; mordía la cuerda, se caía, se arrastraba por el suelo. El segundo se resignó y siguió al carro de bueyes. El tercero, sin embargo, saltó dentro de la carreta, decidió dormir y llegó descansado a su destino.

“Cuando resistir es inútil, lo mejor es adaptarse”, dijo Marizete. “El más sabio es siempre aquel que consigue sacar provecho de las circunstancias inevitables y hacer que éstas funcionen a su favor.”