El Aguila E

En el país de los animales se realizó una extraña competencia. En la gran final
se enfrentaban  Águila "E" y  Águila Fulanita. ¿Quién de las dos volaría más
alto? La expectación crecía y todos en el bosque estaban pendientes del
desenlace.

Fue entonces que la primera acudió a su amigo el cazador con una inusual
petición: "Quiero que cuando mi contrincante inicie el vuelo, le lances una
flecha para rozarle un ala, de manera que no pueda volar bien. ¡Entonces yo me
luciré volando más alto que ella!". El cazador, que le debía algunos favores
decidió ayudarle. Sin embargo le explicó que no tenía flechas "por falta de
plumas".  Entonces el animal le pidió que arrancara una de su ala derecha y
armara con ella la flecha. En el horizonte se dibujó la figura de Águila
Fulanita que iniciaba el vuelo. "¡Rápido, lánzale la fecha!". El hombre apuntó
cuidadosamente el arco, y disparó. Pero una ráfaga de viento desvió su flecha.
"¡Rápido, toma otra pluma de mi ala izquierda!". El cazador armó con rapidez la
siguiente, apuntó y disparó. Más la prisa hizo que fallara nuevamente. Águila
"E" entró en desesperación y en su afán de perjudicar a su contrincante, urgió
a su amigo a tomar una pluma tras otra de sus alas. La operación se repitió por
seis veces, con el mismo fallido resultado. El tiempo se venía encima, el
animal recriminó a su amigo por no haberle podido ayudar, y partió a competir.
Cuenta la fábula que Águila "E" a medida que aleteaba para elevarse, sentía que
le faltaban las plumas que había utilizado, "no en volar ella, sino en tratar
de que la otra no volara". 

¿Le suena un tanto conocido todo esto? ¿Conoce gente que utiliza sus
pensamientos no para triunfar, sino para tratar de que otro fracase?

Hay que reconocer que por alguna misteriosa razón, Dios no repartió los dones a
sus hijos en forma uniforme. Por lo tanto, si tratamos de competir siempre con
los demás, puede suceder que si están mejor dotados que nosotros, nos
frustremos. Y si están menos dotados, nos envanezcamos innecesariamente.


LO NEGATIVO: Reconocer que tratar de perjudicar a los demás, nos dejará
cicatrices en la conciencia, que nos impedirán "volar alto"

LO POSITIVO: Concentrar nuestros mejores esfuerzos en desarrollarnos a nosotros
mismos.