Compartir la semilla

Un hombre tenía un sembrado de flores estupendas; cada día salían de su cultivo
centenares de paquetes a vender a la ciudad con las flores más bellas y
fragantes que nadie pudiera conocer.

Este señor año por año ganaba el premio a las flores más grandes y de mejor
calidad y como era de esperarse era la admiración de todos en la región; un día
se acercó un periodista de un canal de televisión a preguntarle el secreto de
su éxito, a lo que el hombre contesto:

- Mi éxito se lo debo a que de cada cultivo saco las mejores semillas y las
comparto con mis vecinos, para que ellos también las siembren.

- ¿Cómo?- respondió el periodista- pero eso es una locura, acaso no teme que
sus vecinos se hagan famosos como usted y le quiten su importancia?

El hombre dijo: - Yo lo hago porque al tener ellos buenos sembrados el viento
me va a devolver a mi cultivo buenas semillas y la cosecha va a ser mayor; si
no lo hiciera así ellos sembrarían semillas de mala calidad que el viento
traería a mi cultiva y cruzaría las semillas, haciendo que mis flores sean de
mala calidad.

Es necesario compartir nuestras mejores semillas de cualidades y virtudes para
así obtener una cosecha excelente de una sociedad mejor.